métodos eléctricos
La Tomografía de Eléctrica (TME) es un método geoeléctrico que permite estudiar la resistividad eléctrica de los materiales del subsuelo utilizando la inyección controlada de corriente continua a través de una serie de electrodos colocados en la superficie (o entre sondeos).
El método produce modelos (2D o 3D) que representan la distribución de resistividad eléctrica en el subsuelo, permitiendo obtener información cualitativa sobre el tipo de litología y el contenido de humedad en el terreno. Por lo tanto, la tomografía eléctrica es una potente herramienta para resolver problemas de ingeniería, medioambientales y en minería.
La tomografía eléctrica se basa en inyectar una corriente continua controlada en el terreno y medir la diferencia de potencial generada en una serie de electrodos colocados en el suelo o en un sondeo. La resistividad aparente (definida como el valor promedio de resistividad que tendría un medio homogéneo con la misma resistencia al paso de la corriente eléctrica) se calcula a partir de la intensidad de corriente inyectada, de la diferencia de voltaje inducida y de un coeficiente geométrico del dispositivo de medida. Recopilando automáticamente una gran cantidad de datos (miles de lecturas) es posible obtener una distribución densa de lecturas que permiten, mediante un proceso de inversión, generar modelos 2D o incluso 3D de resistividades del subsuelo.