La recuperación de zonas industriales supone la revalorización de espacios donde cualquier uso futuro se podría ver afectado por una posible contaminación ambiental. Se trata de espacios que podrían contener una variedad de riesgos asociados con las actividades previas que se desarrollaban en la zona (asbestos, contaminantes químicos, radioactivos, etc). 

Estos emplazamientos afectan al desarrollo, plantean amenazas para el medio ambiente y para la salud de la población cercana. 

Las técnicas geofísicas proporcionan herramientas útiles en la investigación de zonas industriales ya que reducen los riesgos aportando información mediante reconocimientos rápidos en zonas extensas que se utilizan para conocer las características del subsuelo antes de utilizar métodos invasivos tradicionales. 

Gracias a la aplicación de técnicas capaces de recopilar una elevada densidad de datos en poco tiempo (varias hectáreas por día) y mediante un tratamiento especializado se obtienen resultados que proporcionan
información fundamental para los técnicos ambientales. 

La elección del método o métodos geofísicos más adecuados siempre depende de las características del emplazamiento, la profundidad de investigación y de los parámetros físicos que se desean analizar. Los métodos más comunes son: