Aplicaciones Energía
Un aerogenerador es una estructura esbelta sometida a fuertes momentos angulares que requiere de unas condiciones muy estables en el terreno sobre el que se sitúa.
En los estudios geotécnicos previos es muy habitual la realización de ensayos geofísicos (principalmente estudios geoeléctricos y estudios sísmicos) para caracterizar la idoneidad de los emplazamientos del proyecto.
Los estudios geoeléctricos permiten detectar la existencia de cavidades o agua subterránea. La adquisición de varios perfiles de Tomografía Eléctrica, paralelos y equidistantes entre ellos permite investigar toda el área de la cimentación en muy poco tiempo.
De la misma forma, los ensayos sísmicos (de velocidad de ondas P del terreno mediante sísmica de refracción o de velocidad de ondas S mediante MASW) permiten caracterizar de manera continua todo el terreno en el entorno de la cimentación.
Gracias a estas técnicas se pueden identificar transiciones laterales en la estructura del subsuelo (cambios de facies, contactos, fallas) que mediante ensayos puntuales pasarían desapercibidos.
La geofísica también se emplea en estudios sobre el estado del hormigón en la cimentación de aerogeneradores. Para ello es muy habitual emplear métodos no destructivos, como el georradar. Mediante la utilización de antenas apantalladas de alta frecuencia, en combinación con técnicas ultrasónicas, se puede estudiar la extensión en profundidad de fisuras, humedades, estado de corrosión pequeñas fracturas en el hormigón. Estos estudios se realizan adquiriendo una alta densidad de datos en mallas formadas por perfiles próximos entre sí. Con este tipo de adquisición es posible generar modelos tridimensionales de la estructura que aportan información muy útil para diagnosticar la extensión y gravedad de las patologías observadas en superficie.