En algunas regiones del mundo, volcanes y terremotos suponen un riesgo natural para la población
El estudio de deslizamientos mediante técnicas geofísicas aporta importante información acerca de estos procesos
Los hundimientos del terreno pueden tener graves consecuencias en la población y generar importantes pérdidas económicas
aplicaciones
Los riesgos geológicos son anualmente responsables de una gran pérdida de vidas humanas y suponen un impacto económico muy importante. En el siglo XX, más de un millón de personas en todo el mundo han muerto debido únicamente a terremotos. Las pérdidas económicas ocasionadas por terremotos, volcanes y tsunamis ascienden a miles de millones de dólares anualmente.
A menor escala que volcanes y terremotos, los deslizamientos de tierra son también responsables de numerosas pérdidas de vidas humanas, ganado, daños a infraestructuras y viviendas. Son reconocidos como el tercer desastre natural más importante en todo el mundo con varios miles de víctimas anualmente. La mayoría de las muertes por deslizamientos de tierra se deben a caídas de rocas, flujos de escombros o flujos de escombros volcánicos (lahares).
Otro riesgo geológico común es la aparición de karstificaciones y sumideros. Se trata de procesos de disolución o erosivos subterráneos que en algunos casos se forman debido a fugas en las redes de saneamiento y abastecimiento. Cuando suceden en zonas pobladas, pueden incluso afectar a la cimentación de edificios. En condiciones naturales, son fenómenos comunes donde hay abundancia de rocas carbonatadas o formaciones evaporíticas.
En estos casos, se producen alteraciones significativas de la estructura bajo la superficie (erosión, transporte de material, cambios en el nivel de agua bajo la superficie, etc). Estos cambios pueden ser detectados mediante la utilización de técnicas geofísicas como la microgravimetría (que detecta deficiencias de masa bajo la superficie); la tomografía eléctrica (para detectar, por ejemplo, zonas de saturación de agua) o perfiles sísmicos para identificar zonas de descompresión bajo la superficie.
Las laderas instables son otro factor de riesgo natural para la población que deben ser monitorizadas y analizadas de manera pormenorizada para evitar pérdidas humanas y económicas.
Los métodos geofísicos pueden ayudar a identificar dónde existen riesgos geológicos significativos o es probable que existan, de modo que se puedan tomar decisiones informadas sobre el uso del suelo y la planificación de la respuesta a emergencias. Estas decisiones reducirán o mitigarán los peligros para la vida, la propiedad y la seguridad pública que resultan de tales peligros.