Adquisición de datos de georradar 3D en un yacimiento romano

Adquisición de datos de magnetometría en un yacimiento romano

Los métodos geofísicos son una forma de explorar el subsuelo cuando se intuye la posible presencia de restos arqueológicos. Los estudios geofísicos pueden detectar e identificar posibles restos arqueológicos de una manera no invasiva. Este enfoque mejora la posibilidad de estudiar áreas más extensas en un solo proyecto. La geofísica también puede ayudar a los arqueólogos a seleccionar los lugares de excavación con información geofísica previa, optimizando los recursos y aumentando la eficacia de las excavaciones. 

Los métodos más comunes son magnetometría, susceptibilidad magnética, métodos eléctricos y georradar (GPR). Estos también se conocen como técnicas de teledetección o prospección y son útiles para localizar estructuras, depósitos enterrados o establecer las áreas de excavación. 

Los resultados del estudio geofísico producen modelos de estructuras u objetos enterrados antes de que se haya producido cualquier excavación. La geofísica mide ciertos tipos de propiedades físicas en el subsuelo, como el magnetismo o la resistividad eléctrica. 

Independientemente del parámetro físico que se mida, el resultado habitual estos estudios, es una matriz de datos. Después del procesado de datos, los resultados generados pueden ser interpretados en términos de características arqueológicas. Se presentan generalmente como un plano bidimensional o tridimensional. Se pueden combinar varias imágenes en un conjunto de datos tridimensionales que se pueden visualizar como imágenes bidimensionales a profundidades cada vez mayores. 

The benefits flowing from application of geophysics may be direct, as immediate cost reductions, or indirect in the form of an enhanced ore recovery, optimised blasting pattern, or early warning of a safety hazard.